Los láseres son susceptibles de ser clasificados de múltiples formas. Pueden clasificarse en relación a su medio activo, según sea su longitud de onda, forma de emisión u otros criterios, pero quizás la forma más habitual de clasificarlos es atendiendo a la potencia a la cual van a ser usados. Así pues, es frecuente referirse a dos grandes grupos de láseres:
• Láser de baja potencia.
• Láser de alta potencia.
Los láseres de baja potencia son aquellos que van a ser utilizados, principalmente, por su acción bioestimulante, analgésica y antiinflamatoria.
Los láseres de alta potencia serán aquellos que producen efectos físicos visibles, y que se emplean como sustitutos del bisturí frío o del instrumental rotatorio convencional.
Si bien en la bibliografía existen descripciones sobre más de un millar de láseres distintos, en la práctica sólo unos pocos están comercializados y disponibles para su uso clínico.
Los láseres de baja potencia más conocidos son:
• As,Ga (Arseniuro de Galio)
• As,Ga,Al (Arseniuro de Galio y Aluminio)
• He,Ne (Helio-Neon)
Los láseres de alta potencia disponibles en el mercado odontológico son:
• Argon
• Diodo
• Nd:YAG
• Nd:YAP
• Ho:YAG
• Er,Cr:YSGG
• Er:YAG
• CO2
Cada uno de ellos posee características propias que lo hacen diferente a los demás. En algunas ocasiones un mismo tratamiento se podría efectuar con más de un tipo de láser, aunque siempre hay alguno que puede ofrecer mejores características que los demás para aquel tratamiento en concreto.
Las características de cada uno de estos láseres, así como sus indicaciones más relevantes, serán tratadas de forma individualizada en el resto de artículos que componen este monográfico sobre el láser aplicado en Odontología. De los láseres de alta potencia citados anteriormente, algunos son más empleados que otros. Por ejemplo, el láser de Argon es poco utilizado. Sus indicaciones estarían limitadas al tratamiento quirúrgico de lesiones vasculares, si bien se ha descrito su utilización en otros procedimientos. Existen algunas variedades del láser de Argon que son sustitutos de la lámpara halógena, con las mismas indicaciones que ésta: fotopolimerización y blanqueamiento. Es el único láser de alta potencia, de los previamente referidos, que emite luz visible. Todos los demás emiten luz infrarroja.
El láser de Nd:YAP tiene las mismas indicaciones que el láser de Nd:YAG. A pesar de tener diferente longitud de onda, tienen comportamientos muy parecidos. El láser de Ho:YAG proviene de los antiguos países del Este, y en la actualidad no está demasiado introducido en el área odontológica. Así pues, de los láseres nombrados, los más relevantes son los de Diodo, Nd:YAG, Er:YAG, Er,Cr:YSGG y CO2, y nos referiremos a ellos para describir las principales indicaciones de los láseres de alta potencia en Odontología.
Es frecuente que la información que nos llega a través de las casas comerciales sea confusa. El elevado coste de las unidades emisoras de energía láser obliga, en cierta forma, a que el fabricante intente justificar su uso en un gran número de procedimientos muy diferentes. La mayoría de las veces se incluyen tratamientos donde el uso de aquel láser es ampliamente superado por otros, y es que en la cavidad bucal existen demasiadas variantes histológicas como para que con un único láser podamos cubrir todas las necesidades de tratamiento. No obstante existen láseres más versátiles que otros, y algunos de ellos, a pesar de no ser los ideales para aquel tratamiento, pueden ser usados si el profesional conoce las limitaciones de los mismos.
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